Quienes nos han visitado, habrán visto una frase que tenemos en el consultorio que dice: “Aprende a ser disciplinado, pues no siempre estarás motivado”
¿Qué opina el lector?
¿Será pertinente ser disciplinados más que motivados?
Podría decir que la motivación es un elemento importante y que en cierta medida, va de la mano con la disciplina. Pero como aprendimos anteriormente, se refiere a un estado emocional de corta duración, como bien dice, de corta duración, lo cual implica que es temporal.
Si nuestra motivación es temporal, ¿qué ocurrirá cuando haya terminado? Si comenzamos a ejercitarnos porque estábamos motivados a aprender un nuevo idioma y la motivación se fue ¿dejaremos de hacer lo que empezamos? Muchos lo hemos hecho, quizá por una semana, un mes, todo marcha de maravilla, pero de repente algo sucede y ¡pum! Retrocedemos…dejamos de asistir a clases, perdemos el interés, nos da flojera hacer nuestra rutina de ejercicio, etc. Y si nos preguntan, ¿qué ha ocurrido? Fácilmente diremos ¡ya no tengo ganas!
Así es, nuestra motivación se fue, se acabó eso que nos impulsaba. Además, si las consecuencias inmediatas que recibimos fueron desagradables, menos querremos continuar. En el caso del ejercicio, el beneficio es a largo plazo y las consecuencias inmediatas quizá sea dolor muscular y cansancio, eso nos llevará a desistir.
¿Pero qué pasa si además de estar motivados, incluimos la disciplina?
La disciplina consiste en un conjunto de reglas que van a regular nuestro comportamiento. Un diccionario lo define como: Conjunto de reglas o normas cuyo cumplimiento de manera constante conducen a cierto resultado.
Definitivamente cuando somos disciplinado, tendremos un mejor resultado y no solo será necesaria la motivación. Para ser disciplinado, tenemos que tener un control sobre nosotros mismos, el cual no se obtiene de manera fácil ni inmediata. Te aviso, que llevará tiempo.
Al sumar la disciplina con la motivación, podrás cumplir tu objetivo de una mejor manera. En Komporta nos interesa tu bienestar, por tanto, te invitamos a que desde el primer día que decidiste comenzar algo, hagas un plan de trabajo que incluya horarios y actividades a realizar. ¿Por qué? Porque la motivación no es suficiente, recuerda que es temporal. Y si no eres disciplinado para cuando esta se haya ido, es probable que fracases y no queremos que eso suceda.
La disciplina exige un orden, que se lleve a cabo un procedimiento para la realización de algo. Por tanto, para ser disciplinados, eso tenemos que hacer, organizar nuestra vida, nuestras actividades, y colocarlas en un orden de prioridad, tomando en cuenta el tiempo que disponemos para ellas.
Preparémonos para ser disciplinados, ejerciendo autocontrol sobre nuestras actividades, fijémonos metas realistas y a corto plazo que sean fáciles. Anímate a asistir para que la disciplina se convierta en parte de tu vida.