De todo sobre la motivación

Levántate y sigue adelante.

Caerse mil veces y levantarse de nuevo. En eso consiste la vida.

Hoy voy a conquistar el cielo.

No digas es imposible, di no lo he hecho todavía.

Sé la mejor versión de ti mismo.

Si en nuestro buscador tecleamos «frases de motivación» aparecen resultados como los anteriores. Parece que cada vez es más frecuente encontrar información y sobre todo contenido multimedia que hable sobre ese tema con el propósito de inyectarnos “motivación”

Pero surge la pregunta ¿qué es motivación? ¿Cómo saber si estoy motivado?

Es un concepto que solemos usar de manera frecuente para referirnos o describir las fuerzas que actúan sobre o dentro de alguien para iniciar alguna actividad o dirigir sus acciones. Se podría definir como la fuerza que impulsa la ejecución de conductas determinadas las cuales pueden mantener o modificar el curso de la vida de una persona.

Dentro de la psicología encontraremos un mar de teorías tratando de explicar qué es motivación.  E incluso el concepto es usado de manera indiscriminada para referirse a varias cosas.  

Por ejemplo, en la teoría psicoanalítica de Freud (1915-1959) la motivación es una fuerza interna o fuente de energía que dirige las actividades, y se obtienen resultados gratificantes. Murray (1938) lo definió como una necesidad inconsciente producto del deseo de hacer las cosas rápidamente las cuales tienen un grado de dificultad o algún obstáculo por superar.

Maslow[M1]  es un psicólogo reconocido por su teoría sobre la motivación humana, la cual trata sobre una jerarquía de necesidades y factores que motivan a las personas. Las cinco necesidades son: fisiológicas, de seguridad, de amor y pertenencia, de estima y de autorrealización.

Lo que hemos leído anteriormente es un breve recuento de las distintas explicaciones “psicológicas” que se encuentran alrededor de la motivación. Este es un término que usamos de manera frecuente en nuestro lenguaje cotidiano y coloquial, solemos decir “hoy no estoy motivado” “esto me motiva”, “me falta motivación” etc. Como si se tratara de algo interno que tiene que llegar o aparecer en algún momento de nuestras vidas para ser capaces de realizar alguna actividad o de comenzar algo nuevo. De acuerdo al uso cotidiano, podemos entender la motivación como aquello que impulsa a una persona a llevar a cabo ciertas acciones y a mantener su comportamiento con la finalidad de cumplir un objetivo.

¿Qué es motivación?

Podríamos preguntarnos, ¿cuál de todas las explicaciones es la verdadera? Si bien, el propósito del articulo no es demeritar ninguna teoría. Pero vamos a pensar un poco…

En caso de que se trate de una fuerza interna. ¿De dónde surge esa fuerza? ¿Cómo le hacemos para adquirirla? Ahora, si pensamos en los logros que han alcanzo algunas personas, ya sea reconocidos artistas, deportistas, científicos, etc. ¿Es porque unos tienen más motivación que otros? Es decir, ¿un deportista ha alcanzado una marca porque tiene más motivación que su contrincante o en el caso del científico, ha tenido un hallazgo por qué su motivación es mayor que la de otro?

 ¿Todo se trata únicamente de estar motivados?

La motivación no es el único elemento necesario para realizar algún objetivo. En el caso concreto del concepto de motivación, cuando se dice que una persona se muestra motivada a comportarse de determinada manera, se dice que es una persona que se inclina o es propensa a hacer algo o a comportarse de cierta manera; imaginemos a una persona motivada para estudiar y obtener una calificación aprobatoria u otra motivada para prevenir el riesgo de infección por VIH, haciendo uso del preservativo.

En los ejemplos anteriores, son sus comportamientos los que nos demuestran que están motivadas. Las motivaciones no se manifiestan ni pública ni privadamente, son propensiones o inclinaciones, es decir, factores que hacen más o menos probable que nos comportemos de cierta manera. Las propensiones aluden a estado de ánimo y conmociones emocionales de corta duración. Por tanto, la motivación se categoriza como una propensión o estado de ánimo que hace más o menos propenso algún comportamiento en particular.

Ahora ¿por qué puede estar alguien motivado o que le provoca estar más o menos motivada? Serán las consecuencias que ella misma reciba, es decir, consecuencias gratificantes o negativas que se obtengan al efectuar el comportamiento.

Dentro del proceso psicológico de motivación se ubican otros factores involucrados en nuestro comportamiento, incluso podríamos considerar nuestro entorno, aquellos elementos que contribuyen a que se presente un comportamiento. Por ejemplo, alguien puede estar motivado a cuidar de su salud, entonces decide empezar a hacer ejercicio, lleva una dieta saludable, tener revisiones médicas, etc. Todo lo que hace gira en torno a cumplir su objetivo, al estar conmocionado o motivado será más probable que tenga el deseo de realizar alguna de las actividades anteriores. 

¿De dónde surge la motivación?

Muchas veces creemos y esperamos que surja de manera espontánea, que aparezca de algún lugar del planeta y solo así, actuaremos. Solo así tendremos las ganas de querer hacer algo, esperamos que el momento perfecto aparezca para actuar.

En muchos de nuestros propósitos, solemos decir, el lunes empiezo la dieta, o no lo vuelvo a hacer, ¿será la última vez…pero realmente es así? ¿Somos capaces de cumplir lo que nos proponemos? ¿O esperamos estar motivados para hacerlo?

¿Qué pasa si nunca estamos motivados? ¿si pasamos esperando que la motivación aparezca y esta nunca aparece?

 

Fuente:

Piña, J. (2009). Motivación en psicología y salud: motivación no es sinónimo de intención, actitud o percepción de riesgo. Diversitas: Perspectivas en psicología. 5(1).